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Quiero que se vengan conmigo

ustedes han estado aquí desde el principio.


(Aunque algunos han llegado hace poco.)


Muchos de ustedes, me atrevo a decir, están desde Tierra y Luna. ¿Se acuerdan? Tierra y Luna fue mi primer blog que abrí en el 2020. Ese sueño que nació como un capricho, no sé ni de donde, que cogió fuerza por sí solo. Estábamos en pandemia. Yo había llegado hace unos meses de un par de viajes en mochilera: al pacífico Colombiano y Bolivia. Había renunciado a mi trabajo corporativo porque me iba a viajar por el mundo (que tomar esa decisión en sí fue resultado de uno de esos viajes en mochila). Renuncié, regresé a Barranquilla, y se metió la pandemia. Quedé atrapada con unas cartas de juego que yo (ni nadie) había elegido. Mi vida era otra. Y así una cosa llevaba a la otra. Todo conectado. Y esas experiencias quería gritárselas al mundo. Oye, es increíble viajar con mochila. Oye, es increíble viajar sola. Oye, renuncié a mi trabajo y mis planes se fueron por un tubo. Oye, aquí como que hay una forma diferente de hacer las cosas. Y esto me interesa...


Antes de eso, de decidir abrir el blog, mi mentora de ese momento me puso de tarea a escribir lo que estaba en mi mente. En las mañanas y antes de dormir. Estaba en una crisis de ansiedad y estrés y ese era el antídoto. ¿Eso y ya? ¿Escribir? ¿Y escribir qué? ¿Lo que sea? Y desde ahí empecé a buscar formas y formas y formas para darle sentido a lo que yo vivía. Y como en pandemia no había viajes de mochilera, ni aventuras exóticas, los viajes con los que me empecé a obsesionar fueron los internos.


No soy una contadora de historias. Nada de storyteller. Pero lo que sí, es que tengo una obsesión por el como. Como cada una de las piezas se va poniendo en su lugar. Como tomamos decisiones. Como cambiamos a través de ella. Como todo está conectado y somos una amalgama de situaciones, relaciones, deseos, miedos, sueños y programaciones, funcionando todas al tiempo. Como todo es perfecto y sincrónico y como todo es lo que tiene que ser. Soy adicta a analizar las cosas (como buena financiera que soy). Darme cuenta como se van organizando, de una forma misteriosa y divina (de divinidad), que solo tienen sentido mirando hacia atrás, y la magia de encontrar, por fin, piezas del rompecabezas que por tanto tiempo habías estado buscando.


Cualquiera que haya armado un rompecabezas conoce el sentimiento: llevas horas, a veces días, buscando una ficha. Esta que tiene el triángulo del ala del pájaro verde, pero se mezcla con azul, y tiene una línea roja, con un hueco y tres puntas hacia afuera. La ficha casi que la puedes ver sin haberla visto. La tienes en la mente. Y pasas una y otra vez la vista sobre el reguero de fichas que tienes en frente. No está. No la ves. Revisas una por una (o eso crees) y tampoco. Te rindes. Vas por otra ficha, sigues tu camino. Lo olvidas. Pasan los días. Y sin quererlo, sin buscarlo, un día vuelves al rompecabezas y ahí está: el triángulo del ala del pájaro verde, mezclada con azul con una línea roja, tres puntas hacía afuera, una hacia adentro. Ahí está. En todo el centro. En el lugar más obvio y evidente. Ahí está y ahí ha estado siempre. Te lo cuestionas, Miras al rededor. ¿Alguien la puso? ¿Será que estaba en el piso y alguien la recogió?¿Pero quién? Imposible. Imposible que no la haya visto antes. Intentas encontrarle lógica. Coges la ficha en tus manos, la alzas como si fuera Simba en el Rey León, casi que escuchas la música, sientes la piel erizada, nervios, dudas por un instante, te decides, la pones, y efectivamente, ESA ERA LA FICHA.


Estuvo ahí todo el tiempo. Simplemente no estabas lista para verla. Hasta que la viste.


Así siento esos AHA moments cuando llega una palabra, una imagen, un recuerdo, una frase, un momento que hace que todo lo demás cobre sentido. Una comprensión súbita, una epifanía de realización repentina. Ese momento cuando llevas horas tratando de recordar el nombre de una canción y, de repente, tres horas después, te llega de la nada. Sabiendo que nunca nada es de la nada. Por eso nació Tierra y Luna y de ahí vino la necesidad de seguir escribiendo. Se convirtió en una búsqueda, un rompecabezas, un acertijo, para llegar a ver lo que no he visto antes. Para darle sentido a la experiencia, y a la vida. Y encontré un algo en compartirlo; que lo hacía más real, más visto, más serio. Cuando abrí Tierra y Luna lo hice con una intención: ser yo sin tanta vaina, sin restricciones y sin protocolos. Lo abrí queriendo tener un lugar propio, Y así se siente cada vez que escribo y comparto. Una casa compartida. Como si estuviera abriendo las puertas a esto tan mío, porque sé que es nuestro.


El viaje de Tierra y Luna se transformó en el blog de Libre Caminante (este de aquí que están leyendo) y con el tiempo, conocí Substack. Una plataforma que es como un salón enorme en donde hay miles y miles de blogs y escritos sentados compartiendo y conviviendo al tiempo. Tiene un formato mucho más amigable para leer (y escribir) pensando en la tipografía, los espacios, etc, y para interactuar (sobretodo desde el celular que la mayoría de ustedes leen desde ahí). También no se siente tan solo. Por eso, ante tanta seducción, migré hacia allá. Ahora escribo y comparto mi casa allá. Pero muchos de ustedes se quedaron aquí. Y quiero que se vengan conmigo; que crezcan conmigo, que aprendan conmigo, que se enamoren y se inspiren a vivir sus vidas más increíbles, y locas, y maravillosas conmigo y si la escritura, también es su casa, que mis escritos sean detonantes para los suyos.


Esa intención inicial: ser yo sin tanta vaina, a veces la pierdo. La pierdo ante un reguero de otras fichas, que me distraen, miradas, opiniones, historias inventadas que me hacen poner velos encima que como todo buen juego, tiene sus mañas. Una y otra vez estoy quitándome esos velos y recordando esa intención: ser yo sin tanta vaina. Crear y vivir libremente. Sabiendo que cuando tu estás en el lugar correcto (pensando en tu vibración y energía) las cosas pasan. Y pasan. La vida pasa. Estés abordo o no. Y la mayoría del tiempo, lo único que nos pide es que de una vez por toda te montes al tren. Los invito a venirse conmigo. Te puedes suscribir aquí GRATIS y recibir mis escritos en sus correos (así como han estado recibiendo estos). A esta casa compartida la llamé Escritura Viva. Una escritura con pulso. En movimiento. Llena de alma y respiración. En últimas: un lugar para llegar. Y quedarse. Quiero que mi escritura siga siendo casa para todo el que me lee. Y si en ella alguna vez encontraste un refugio, un rincón o un lugar para quedarte puede seguir siéndolo aquí: librecaminante.substack.com/subscribe

Has sido parte del viaje. Y este barco sigue navegando, solo que ahora desde otros mares. Más míos, más nuestros. Dándole forma hasta que algún día mirando hacia atrás todo cobre sentido.

¡Los veo ahí!


librecaminante.substcack.com  Y si todavía no te he conquistado del todo, te dejo estas dos escritos para finiquitar el coqueteo:

La carta más hermosa que le he escrito a mi perra. (Si tienes una mascota esta te va a encantar). Escrito en mi cuaderno # 2 (si eres todo sobre sensibilidad, mundo interior y catarsis, esta es la tuya). Gracias por estar aquí, por acompañar el viaje y seguir caminando. A esto le llamo: los caminos compartidos que vivimos en soledad. Y apenas comienzan. <3

Con amooor, Isabella.

P.D. Por si no te has enterado de lo que se viene:


  1. Taller de escritura poética online: FOR THE POETS BABY. Un espacio de 2 horas para conectar con tu escritura introspectiva. Escribimos a partir de textos y preguntas que yo les traigo para detonar la escritura en ustedes. Estudiamos los escritos y les comparto herramientas de escritura poética. La intención es conectar con su voz y que sea una escritura viva, catártica, libre, expresiva, fragmentada en donde las palabras están al servicio de lo que está adentro y no la mente. Es un espacio de liberación, contención y práctica. No necesitas experiencia previa. Solo ganas y espacio. Si no puedes estar en vivo, tendrás acceso a la grabación. Fecha y hora: Agosto 31 a las 11:00 am hora Colombia. (online)

    Valor: 36 usd ($144.000 COP) Te vas a llevar: - 5 ejercicios de escritura - PDF guía, playlist y grabación - Ejercicios de journaling para profundizar la escritura - Lista de autoras, escritoras y escritores para profundizar en los escritos. Link de pago: aquí. Puedes ver más info aquí y en mis últimos posts en @librecaminante___

  2. Club de lectura. En septiembre.

Voy a abrir un encuentro mensual alrededor de un libro, principalmente novela. Será una tertulia en donde hablaremos de la obra, pero más que eso de la vida. Filosofar, reflexionar y compartir a través de nuestro propio lente. No he compartido aún mucho más. Si estás interesad@ respóndeme este correo y en unos días te comparto la información por ese mismo medio. .

Y, ¡listo!. Las puertas de esta casa están abiertas. ¡Nos vemos adentro!


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